A lo único que hay que temer es al miedo

En el último debate de la nación del Reino de España, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez aludió a la frase de Franklin D. Roosevelt «A lo único que hay que temer es al miedo».

Roosevelt pronunció esa frase en un contexto de Gran Depresión, en la que la oposición política y social hacía uso del discurso del miedo contra las medidas de cambio económico y social que la administración Roosevelt aprobó y que permitieron a los estados unidos salir de la situación de crisis en que se encontraban. Para hacerse un retrato fiel de aquel contexto es imprescindible leer «Las uvas de la ira·, de John Steinbeck o, en su defecto, visionar la película del mismo título de John Ford.

En la actualidad, en el mundo occidental, existe cierto consenso en considerar el contexto político, económico y social actual de «incertidumbre». El cambio climático, la guerra de Putin, los aumentos en la carestía de vida, las desigualdades, entre otros factores, han causado esa incertidumbre. Pedro Sánchez ha pronunciado la misma frase en este contexto de incertidumbre que atravesamos, para contrarrestar los discursos del miedo de los partidos de la oposición y de muchos periodistas y tertulianos críticos con la labor de gobierno en relación a sus políticas económicas, sociales y en defensa. “A lo único que hay que temer es al miedo”.

El miedo al que se refería Roosevelt era el miedo al cambio. Para salir de una situación de crisis, hay que cambiar aquéllo que no funciona. Roosevelt rompió con las políticas ortodoxas de los años anteriores y puso las piezas de un New Deal, un nuevo pacto social que salvó a la economía y la democracia norteamericana.

La labor de gobierno de Pedro Sánchez se está centrando en medidas diferentes a las que otros gobiernos tomaron para hacer frente a otras crisis. La crisis de 2008, de la que aún sentimos sus efectos en lo económico y lo social, se centró en salvar la economía para salvar la sociedad, lo que la derecha política entendió como salvar la banca para salvar los mercados financieros que sustentan la economía real.

Las políticas de austeridad se impusieron en toda Europa, con ajustes salariales importantes, con mayor brecha social, los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres, y en España, servicios públicos como la educación y la sanidad sufrieron los peores recortes. Estos recortes, al golpear a la educación, la salud, las pensiones y los gastos en investigación, rompieron la confianza de las personas en el futuro y provocaron desigualdad, incertidumbre, miedo…y finalmente indignación.

Las políticas de austeridad dieron lugar a un pensamiento colectivizado entre la clase trabajadora: «la crisis siempre las pagamos los de siempre». Pedro Sánchez es muy consciente de que eso no puede volver a pasar y el gobierno de izquierdas, dentro de las posibilidades de un gobierno que depende de acuerdos con otras fuerzas políticas, toma medidas para mitigar los efectos de esta crisis sobre la mayoría social.

En toda Europa necesitamos gobiernos, como el de Pedro Sánchez, que comprendan que los recortes no son las reformas que necesitamos para hacer frente a la incertidumbre, sino un verdadero programa equitativo de reformas con amplio apoyo.que articulen las bases de un «New Deal», un nuevo acuerdo para la recuperación económica y social sin que «seamos los de siempre» los que apechugamos en los peores momentos en etapa de incertidumbre.

Durante los últimos años, el Gobierno Sánchez ha tenido que hacer frente una Pandemia, aprobó y aplicó con exito los ERTES para salvar empresas y puestos de trabajo, ha aprobado una reforma laboral que ha generado más empleo y de mayor calidad, ha conseguido traer unos fondos europeos para transformar la economía, ha aprobado algunas medidas «invisibles» que han supuesto ayudas a los ayuntamientos, sobre todo en el terreno de alargar plazos para el pago de las deudas, y ha logrado articular un mecanismo para amortiguar la subida de los precios energéticos.

Ahora, durante el debate del estado de la nación, anuncia nuevas medidas de gran impacto como son la gratuidad de los abonos de Renfe para el transporte de cercanías y media distancia, como mínimo hasta finales de 2022; una nueva beca complementaria mensual de 100 euros al mes entre septiembre y diciembre para todos los alumnos mayores de 16 años que ya disfrutan de una beca; y la «incorporación» del aprendizaje del lenguaje de programación informática para todos los alumnos desde la misma etapa de Infantil…y un impuesto sobre los beneficios de las energéticas y la banca.

Gravar con impuestos a las energèticas y la banca por un lado, y favorecer la mayoría social con medidas como el abaratamiento de los carburantes, la gratuidad de las cercanías, potenciar la educación y el empleo son algunas de las respuestas ante la crisis, muy diferentes a las tomadas con gobiernos de derecha, más preocupada de subir las becas a los niños ricos y de fomentar el discurso del miedo constantemente. Ciertamente, a lo único que hay que temer es al miedo.

Baltasar Santos

Primer Secretario PSC El Vendrell

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s