Más gasto público, mejores salarios, fiscalidad progresiva.

El economista Antón Costas explicó en el programa de Jordi Évole del domingo 19 de abril que en España se está «planteando un falso dilema: salvar vidas o salvar empleos».

Lo más relevante de las declaracioes de Costas son algunas afirmaciones rotundas como:

La falta de empleo produce hambre y también produce muertes.
El PIB español se va a desplomar entre un 6% y un 10% a lo largo de 2020. Una caída mayor que la de 1939 tras la Guerra Civil.
El gobierno está haciendo lo que tiene que hacer, pero ha de ser todavía más valiente y agresivo en lo que está haciendo: Lo primero es hacerle llegar dinero a todas las familias cuyos ingresos y salarios han desaparecido o se han reducido y, en segundo lugar, tienen que evitar en la medida de lo posible, que se destruyan las empresas y hacer llegar liquidez y crédito a las empresas para que puedan permanecer sin quebrar y puedan inmediatamente volver a recuperar la actividad.
Hay que aprovechar, en este momento, para crear de una forma permanente una renta de pobreza, que debe depender del número de hijos que haya en los hogares, probablemente tendrá que andar alrededor de 1.000 y 1.400 euros dependiendo del tipo de familia.
La pandemia nos ha destrozado sistemas como el educativo y el sanitario, vamos a tener que meter dinero público en este tipo de inversiones.
España debe incrementar sin problema su deuda pública, y eliminar deducciones o exoneraciones de impuestos a los más ricos para poder financiar el aumento del gasto público.
Países como Francia o Alemania están nacionalizando empresas mediante la compra de acciones o participaciones en las mismas. Es decir, inyectando capital en las empresas por medio de la participación directa en el capital social de las mismas, y participando también de los futuros beneficios de las mismas. Hemos de perder el miedo a la nacionalización de empresas.